Para seguir mis fotos agrégame a tu Facebook: Guillermo Piquer





el tiempo

Tiempo en Castellón de la Plana

jueves, 7 de abril de 2011

Una Leyenda Motera



En más de una ocasión habreis visto una campanita colgando en la parte más baja de algunas motos (especialmente en las motos custom). Conoceis su historia?. Disfrutadla:


LA LEYENDA DE LA CAMPANA

Hace muchos años, en una fría noche de diciembre, un viejo motorista volvía de una larga ruta en EEUU. En su mente el pensamiento de cuan afortunado era por tener como “socio” a su moto,  con tantas ganas de aventura como él, y la felicidad de ir sintiendo la fría velocidad en el rostro. Poco más llevaba, sólo combustible en el depósito de su “socio” y en las alforjas algunos regalitos para los niños.

Pero algo estaba a punto de ocurrir. En la carretera, a través del desierto alto, estaban al acecho un grupo de pequeñas criaturas conocidas como “GREMLINS DEL CAMINO”.

Sabes?, Todos esos obstáculos, tan temidos por los motoristas, que a veces encontramos en las carreteras, como piedras, palos, pedazos de viejos neumáticos, los tan temidos tornillos, clavos y tantas cosas que son un peligro para rodar, son puestos sobre el asfalto por los Gremlins. Los “Gremlins del Camino”, en su afán de divertirse quieren que el motorista se detenga para ellos disfrutar haciendo sus diabluras, robarle y romperle cuanto lleve… y reir, reir, reir… Su diversión es reir y hacer el mal.

Volvamos a la historia. Este motorista solitario al salir de una curva, sólo iluminada por su faro y la luna llena, cayó en una de esas trampas de los “Gremlins” haciéndo que se estrellarse contra el asfalto. Las criaturas del mal asomaban sus cabecillas por allá, detrás de unas rocas,  mientras pensaban que ya habían cazado a un motero para su diversión

El viejo motorista, en el suelo, vio como los “GREMLINS DEL CAMINO” se iban aproximando con grandes gritos y risas. Como no estaba dispuesto a entregarse tan fácilmente a las travesuras de esos diablillos comenzó a lanzarles los objetos que llevaba en sus alforjas. Los “Gremlins” reían mientras se acercaban y jugaban a esquivar los objetos lanzados. Finalmente, se quedó sin nada que lanzar, sólo le quedaba una bolsa con unas pequeñas campanas para regalo. La levantó agitándola  y comenzó a hacerlas sonar con la esperanza de asustar a los pequeños malvados.

A media milla, acampados en el desierto, estaban dos motoristas sentados alrededor de una fogata mientras charlaban de su día de paseo y de la libertad que sentían cuando el viento soplaba en sus caras mientras recorrían el extenso país.

En la calma del aire de la noche oyeron un sonido de campanillas, era algo extraño, y dispuestos a investigar pusieron en marcha sus motos y fueron hacía el lugar de donde provenía el sonido encontrandose al viejo motorista al borde de la carretera con los “Gremlins” alrededor para robarle cuanto llevaba y maltratarlo por diversión.  Los dos amigos se pusieron a dar grandes acelerones a sus motos, a dar gritos,  mientras embestían a los “Gremlins”, que asustados fueron desapareciendo una tras otro en medio de la noche.

Estando agradecido a los motoristas, el viejo guerrero del camino les ofreció pagarles su ayuda, pero como hacen todos los motoristas verdaderos, ellos rechazaron aceptar cualquier tipo de pago. No siendo él partidario de dejar pasar un noble acto inadvertido, el viejo motorista corto dos pedazos de cuero de sus alforjas y les ató una campanilla a cada uno en su moto, colocándolas tan cerca del suelo como fue posible.

El viejo motero dijo a los dos viajeros: “Os regalo estas campanillas para que las lleveis colocadas en vuestras motos. Siempre os protegerán y ayudarán. Ahí, colgadas cerca del suelo estareis protegidos de los Gremlins del camino y de sus malas intenciones. Y si estais en algún apuro y necesitais ayuda hacedla sonar y es seguro que un compañero motorista irá en vuestra ayuda. No dudeis en regalar una campanilla a un compañero motorista que deseeis que esté protegido. Hareis que viaje acompañado de vuestros buenos deseos. Es una antigua leyenda que, como habeis visto, se cumple.”


Cuando verás a un motorista con una campanilla colgando de su moto, sabrás que lo han bendecido con algo muy importante:  “La amistad de un motorista compañero de ruta o de alguien que lo quiere bien”.

1 comentario:

  1. Hola Guillermo,la conozco bien el mes pasado la colgue en el blog del Perronegro por que me parecio bastante interesante,me da gusto que la haigas colgado tu aqui tambien.

    Salu2...

    ResponderEliminar