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jueves, 21 de abril de 2011

LA MONA DE PASCUA.-

Cuenta la leyenda que un rey sarraceno, al conocer Alberic (Valencia), y viendo que era un sitio tan saludable, con sus frondosos pinos, grandes árboles,  muy florido y rodeado de campos cultivados de verduras y frutas construyó  un gran palacio para su esposa en medio de la montaña con el fin de que curase de una extraña enfermedad que la estaba matando, pues le había robado el apetito.

Los habitantes de Alberic, enterados de la enfermedad de la sultana, le preparaban comidas, dulces, pasteles, ensaladas… pero nada resultaba positivo para devolverle el apetito.

Una mujer del pueblo, llamada “Mona” preparó una misteriosa comida que tardó tres días en hacer. Salió camino de palacio con una cesta bajo el brazo en la que en un plato tapado con una servilleta blanca llevaba la vianda que había trabajado. Cuando llegó pidió que le dejaran a solas con la sultana. Entonces Mona quitó la servilleta y lo que apareció en el plato ante los ojos de la sultana fue un dulce con una forma redondeada y que recordaba un pecho de mujer tanto por su forma como por su hermosura. Tenía un color tostado y era muy blandito al tacto, tan atractivo era que la sultana le pidió probarlo, primero un trozo, luego otro, después otro… y así hasta que lo terminó. En vista de lo bueno que le pareció, la sultana pidió a Mona que le volviese a traer. Por varios días estuvo subiéndole tan exquisito dulce y la sultana, de esta manera, fue recuperando el apetito y curando de su extraña enfermedad.

El rey, agradecido a Mona por lo que había hecho por su esposa decretó que el llamado “pan de huevo” o panquemado, se convirtiera en representativo del pueblo de Alberic y en honor a la mujer que curó a la sultana se llamase Mona a partir de entonces.

Desde entonces, las monas de Alberic, son conocidas en todas partes, tanto es así que todos los años para las Pascuas, confeccionan en el pueblo miles de monas que van a repartirse por toda la geografía de España, donde se saborea la magnífica calidad de esta tradición de Alberic.

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En Alberic, en gran parte de la Comunidad Valenciana, en Cataluña y en ciertas zonas de Murcia comer La Mona de Pascua es una celebración familiar cuyo significado es que se da fin al período de Cuaresma y sus abstinencias.




Son muchas las pastelerías que compiten por exhibir los mejores y más elaborados diseños de monas. Se pueden encontrar diseños con formas de serpiente, lagartija, mono, que sirven de base a figuras de chocolate de personajes infantiles, automóviles de carreras,  muñecos de personajes típicos, etc. Y esto se convierte en el centro de atención de los escaparates. Como muestra valga la mona que este año ha hecho una pastelería de Barcelona en la que dos muñecos de chocolate, con forma de famovil y de 1,20 metros de altura cada uno de ellos, representan con motivo de la final de futbol de la Copa del Rey a Lionel Messi y a Cristiano Ronaldo sobre un campo de futbol también de chocolate. Como dato decir que se han utilizado 80 kg de chocolate.

Figuras de chocolate como monas




Otra muestra de diseño:


Tradicionalmente, ya desde el siglo XVIII, el regalo de la mona tenía toda su ceremonia. El ahijad@ acudía, después de la misa del Domingo de Pascua, a casa de su padrino quien le regalaba la Mona, a cambio, el ahijado le recitaba al padrino un verso laboriosamente aprendido “la décima”. La mona llevaba tantos huevos cocidos como años tenía el ahijado, así hasta trece que era el año del final del obsequio. También según la tradición, la mona se comía el Lunes de Pascua, no el Domingo de Resurrección, por lo que se le venía conociendo como “el día de la mona”.

Para “comer la mona” solían reunirse varias familias amigas y, normalmente, salir al campo o a la playa si el tiempo lo permitía. El día se acompañaba de buenas chuletas de cordero, paella, carnes a la brasa, pero siempre todo regado con buen vino. La mona se comía a la hora de la merienda y la tradición mandaba que había que romper el huevo que llevaba  en la frente de uno de los de la reunión (sobre esto en cada lugar se adquirió una costumbre, que si en la frente del novio, que si al padre, etc.), aunque el huevo duro se ha ido reemplazando en muchos lugares por huevos de chocolate o dulces.

Entre las viandas de estos días tampoco podía faltar la “longaniza de Pascua”, embutido típico de las fechas.

Ah, y que no se me olvide, era un clásico de ese día "hacer volar el cachirulo", de lo que se hacían incluso concursos.


Y aunque muchas de estas cosas las he contado en pasado que agradable sería que perdurasen cuanto más en el tiempo las tradiciones para poder relatarlas como del presente.

Deseo con este trabajito haber recordado a unos y explicado a otros algunas referencias de una de nuestras tradiciones.

Con los buenos deseos para todos los lectores del Blog, y más en los días en que estamos de Pascuas, un cordial saludo.

8 comentarios:

  1. pues ya sabes hay que ir a Alberique a por la mona seguro es donde mas buenas las hacen.El relato muy bonito , gracias por currartelo tanto

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  2. Hola Mercedes, gracias por tu comentario y desde luego el sábado a comprar la mona a Alberic.

    Saludos.

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  3. Eva Piquer21/4/11, 16:34

    Bueno, pues al ser un tema familiar de tradiciones el que has relatado hoy, no podía ser de otra forma: Los tres primeros comentarios de la familia :)

    Muy curioso lo de Mona, es una historia bonita y original para contársela a los amigos en estas fechas para que todos nos culturicemos un poquito más.

    Mu chulo, papi! Pronto a comer la mona!!

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  4. Hola Eva, me encanta que te haya gustado, ya ves cuántas cosas se van perdiendo en el pasado, lástima... pero eso es, lo que tu dices, contadlas, contadlas y que se sepa que hubo un pasado en el que las cosas eran diferentes y con otros significados.

    Un beso guapa, y gracias por tu comentario.

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  5. Saludos compañer@s
    Mercedes,si no tienes la mona encargada, casi te diria que no vayas a Alberic. Te lo dice uno que es nacido alli, y mi Madrina aun me la regala, pero nos compra a toda la familia y un mes antes ya estan cojiendo encargos.
    Es mi pueblo y ¡ que voy a decir! son las mejores monas, o por lo menos las que mas famas tienen, por algo sera.
    Bonita la historia de las monas, lo reconozco no tenia ni idea de algunas cosas....muy bien Guillermo

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  6. Buenas tardes GUILLERMO.

    Interesante historia; para el próximo año haré el encargo de la "Mona de Pascua" en Alberique, pues tengo unos amigos que viven allí.

    ¡Cuanta cultura hay en este "blog"!.

    Un saludo a tod@s.

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  7. Gracias Lorenzo y... vaya casualidad, mira tu por donde he estado contando algo de tu pueblo sin saberlo!!!. Pues fíjate que si se encargan con tanta antelación por algo será.

    Pregunto, también le llegaste a recitar alguna "décima" a tu Madrina? es curiosidad.

    Bueno, pues gracias por ahorrarme un viaje que hubiese sido en vano.

    Saludos.

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  8. Saludos Eduardo, pues ya has leido a Lorenzo, encárgalas con tiempo o nada. Ya ves, a raiz de haberme documentado para escribir esta historia me habían entrado muchas ganas de irme el sábado a por algunas monas a Alberic... cómo me hubiese quedado de despagado despues de haber hecho el viaje!. Buena señal para Alberic, y despues de haber leido a Lorenzo ya queda claro. Pero... ya sabes y sabemos, el año que viene las encargamos con tiempo.

    Gracias por tu comentario. Saludos.

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