Crónica: DOMINGO 12 MATINAL KOMANDO SAGUNTUM

Con esta imagen de encabezamiento relacionada con la crónica de hoy quiero rendir homenaje a todas aquellas personas que han pasado dejándonos su experiencia en el nada fácil arte de la vida.

A modo de prólogo publico en primer lugar una recopilación de datos sobre El Grau Vell de Sagunt que TONIMAX ha remitido al Blog.

"UN PEQUEÑO RESUMEN DEL GRAU VELL DE SAGUNT :

El Grau Vell es un pequeño núcleo de población situado frente al mar y con una larga y dilatada historia. Se ubica al sur del actual puerto de Sagunt y está formado por poco más de una treintena de casas que se articulan a lo largo de una única calle. Posee una pequeña ermita y un torreón de vigilancia costera cuya antigüedad se remonta a finales del siglo III a. C. o principios del II.

Distintas campañas arqueológicas, tanto terrestres como submarinas, han confirmado el enorme valor patrimonial de este antiguo puerto romano, único en el litoral valenciano, en el que se han podido desenterrar vestigios que datan desde 500 años a. C.

La pequeña franja costera del Grau Vell fue declarada B.I.C. (Bien de Interés Cultural) en 1993 por la Generalitat Valenciana, incluso sé que existía un proyecto de ampliación del B.I.C. hacia el norte para incluir las baterías de costa de la Guerra Civil y el yacimiento ibero romano allí situado. Ignoro cómo quedó aquel proyecto y los intentos que desde diversas instancias se han realizado para proteger este enclave patrimonial valenciano, pero basta dar un vistazo a la zona para comprender que la cultura y el patrimonio tienen perdida de antemano la partida frente a la especulación urbanística.

Y digo esto porque el Grau Vell, que comparte espacio geográfico con otra auténtica joya paisajística: la Marjal dels Moros, está siendo asfixiado por un faraónico proyecto de polígono industrial, que alguien ha considerado como el mayor de Europa, y que hoy, por efecto de la crisis, o a saber por qué, ha quedado reducido a una inmensa retícula de calles y farolas que semejan una ciudad fantasma en la que los edificios hubieran sido abducidos por algún capricho extraterrestre.

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Y para colmo de males, una de las últimas noticias que he podido recabar sobre el tema, fechada hace sólo unas semanas, indica que el nuevo deslinde proyectado por Costas en la zona sur del término de Sagunt ha dejado en zona pública marítimo terrestre todo el barrio del Grau Vell, lo que abre la posibilidad de que éste sea demolido en su totalidad.

Pero no es de desgracias urbanísticas de lo que quería hablaros, aunque a veces resulte inevitable, si no de sensaciones. De las que se experimentan la primera vez que penetras entre aquellas casas de un blanco inmaculado. La impresión dominante es la de haber retrocedido en el tiempo. Recuerdo algo que me dijo un amigo después de visitar el lugar: “ha sido como volver a mi niñez”. Ese es, de alguna manera, el sentimiento que se apodera del visitante desprevenido.

Visitar el Grau Vell puede ser toda una experiencia desde el punto de vista fotográfico. El blanco reluciente de la cal contrasta con el negro de las rocas que jalonan la costa. Y tras las casas, como cubriéndoles las espaldas, se alzan los cañaverales y carrizos que delimitan la Marjal dels Moros. Las gentes del Grau Vell son también especiales, abiertas y dialogantes, no dudarán en contarte sus historias o en invitarte a un plato de conejo al ajillo, lo digo por experiencia propia, si te dejas caer a la hora del almuerzo por el sombrajo que rodea al bar y que hace de improvisada terraza frente al mar.

Resulta también muy interesante el salir del barrio paseando hacia el sur y contemplar las curiosas construcciones realizadas alrededor de viejas caravanas, convertidas en improvisados chalets rodeados de cercas de madera o de viejos neumáticos semienterrados en el suelo, y todo ello reluciente por el blanco de la cal que parece omnipresente.

El Grau Vell es uno de los últimos vestigios de un tiempo que se nos va a marchas forzadas, de ropa tendida al sol y de viejas canciones que suenan en la radio, de carteles desteñidos que anuncian verbenas con vedettes que debieron vivir tiempos mejores.

En resumen, es un lugar al que habría que acudir, aunque sólo fuera para dejar constancia de que algún día existió. "

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Esta semana, por alguna razón que no se, el personal parecía más cansado, aburrido, apático... pues a pesar del llamamiento a la salida del domingo 12 de Junio, la lista de previstos compañeros que se reunirían en el lugar de costumbre, aparecía casi vacía. Pero sólo fue eso, falta de tiempo o alguna otra razón que les impidió inscribirse, ya que el domingo por la mañana, a las 9, hora de salir del Ticasa, nos reunimos casi 20 colegas dispuestos a disfrutar de la moto otra mañana más. Nos fuimos a la reunión matinal de Ruta 66 Komando Saguntum, que se celebró en un lugar poco habitual como es el Grao Viejo de Sagunto, un lugar de los de antes, a donde no ha llegado la fiebre de la construcción y en donde sus habitantes respiran tranquilidad, cosa que hoy hemos estado dispuestos a entorpecer como vereis en las fotos, aunque para el lugar habrá sido interesante puesto que han podido ver y apreciar como vive una mañana de domingo esta gente tan especial que es la especie motera.

Entre los que salimos del punto de encuentro habitual más los colegas de Valencia con los que nos reunimos en el lugar de la celebración sumamos un total de 26 amigos.

De nuevo otro colega que ha cambiado su moto. Es una Suzuki VStrom DL1000. Enhorabuena y que la disfrutes.

Sin más preámbulos voy poniendo fotos del día, aunque se verán de vez en cuando interrumpidas por algún comentario que ayude o aclare datos de esta crónica.

Este es el Grao Viejo de Sagunto, que inundamos con el sonido de nuestras motos. Muchos de los que allí estábamos no conocíamos el lugar, y hay que decir que es muy agadable y a 30 metros escasos del mar.

Lugar de la inscripción, un antiguo bar-merendero, en donde los miembros de la organización estaban muy atareados recibiendo la afluencia masiva de personal. Inscripción para almuerzo, bolsa con camiseta y regalos, y ruta con birra 7 euros, y con comida incluida 10 euros.

Nos fuimos acomodando para "chinchorrear" tal como iban terminando otros. La asistencia era más allá de lo previsible. Cuando se llegó a las 400 inscripciones, los organizadores anunciaron que seguía llegando gente y que no habían previsto tal acogida por parte de los moteros por lo que se habían terminado ya las bolsas, y que a partir de ese momento, al no tener bolsas de regalo que entregar, bajaban el precio de la inscripción. Continuó llegando gente, se calcula en total más de 450 personas. Un gran éxito.

Parece que Lorenzo, tan sorpresivo como siempre, está tramando algo, veremos. Mientras tanto a lo largo de la mañana nos vamos encontrando con amigos, conocidos e incluso hermanados.

Una vez hemos dado buena cuenta del almuerzo, disfrutado de un rato de charla con los colegas, visitadas las tiendas moteras que han venido a la matinal, ya estamos preparados para hacer una ruta que nos llevará a Sagunto, a la población, en donde estamos invitados a tomar alguna cerveza.

Mercedes, mi mujer, que por cierto este domingo era su cumpleaños, está decidida a sacar fotos "desde el asiento de detrás" con mi cámara puesto que se ha olvidado de traerse la suya. Ya vereis qué bonitas fotografías ha sacado. Al mismo tiempo, cuando ya paremos en la población, por mi parte trataré de sacar algunas fotos de retrato de personas y del ambiente.

De regreso al lugar de reunión, atentos al sorteo de regalos, visita a las tiendas de artículos moteros, otro rato para reemprender las conversaciones y, cómo no, tomar alguna cerveza que nos refresque la calurosa mañana del verano que dentro de unos días vamos a estrenar.

Ah, bueno... ya salió!!! Y es que Lorenzo ha tenido la bonita idea de confeccionar un libro recopilación de fotografías de lugares visitados en moto junto con Alicia, su esposa, para regalárselo como prueba de cuán presente la tiene. Vereis las caras de satisfacción de ambos.

Y esta es la pareja de tortolitos enamorados!!! es cierto lo que os decía de la expresión de enamorados de los dos????. Felicidades a ambos.

Ya estaba llegando la hora de la comida y tuve la oportunidad de visitar el patio de la casa en donde estaban cocinando dos ollas de la magnífica "Olla valenciana", que aunque Mercedes y yo no nos pudimos quedar para disfrutarla no cabe ninguna duda, con sólo ver los ingredientes, de que estaría buenísima.

Y con esta vista de la calle vacía de personal debido a la hora acabo la crónica de una muy bonita y agradable reunión motera.

Enhorabuena a los organizadores y tened por seguro que es una de las matinales de las que los asistentes nos hemos llevado con nosotros las ganas de volver cuando la repitais (eso sí, como ya habeis visto la acogida de la gente tendreis que preparar más cantidad de bolsas regalo, un éxito).

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