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lunes, 19 de noviembre de 2012

EL CANTO DE LA TIERRA



Durante años desde la Tierra se han venido detectando señales, ondas de radio, que proceden del Universo. Estas ondas, de frecuencias diversas, tiene sus orígenes en distintos lugares emisores de energía y que nosotros captamos, entre otras formas, como ondas de radio.

Entonces cabría hacernos la misma pregunta respecto a la Tierra: Si la Tierra también emitiese radiaciones hacia el espacio cómo serían?.

Un artículo publicado en estos días en el Boletín de Ciencias de la NASA, nos enseña sonidos recién descubiertos que hace la Tierra, que aunque cierto es que en el espacio los sonidos no se pueden propagar por falta de un medio material, como es el aire, nadie dijo que los cánticos de la Tierra no lo pudiesen hacer. A lo largo del artículo quedará explicado.

Iremos por partes para ir llegando al centro del tema.

La Tierra tiene un campo magnético con sus polos Norte y Sur y que alcanza hasta 58.000 km en el espacio. Este campo magnético está rodeado por toda una región llamada magnetosfera, gracias a la cual la mayoría de partículas solares que se trasladan con el viento solar no chocan con la Tierra sino que son detenidas por ella y forzadas a girar alrededor de la Tierra por dos grandes regiones en forma de rosca llamadas cinturones de radiación. Gracias a ésto no llegan hasta nosotros partículas solares de alta energía que serían peligrosas para los seres vivos puesto que nos atravesarían. Las partículas se mueven y circulan por la magnetosfera creando incluso tormentas. Cuando algunas de esas partículas atraviesan la magnetosfera dan origen a las espectaculares Auroras Boreales.

Curiosamente los polos Norte y Sur del campo magnético se invierten a intervalos irregulares de varios miles de años. El Sol y otros planetas del Sistema Solar también tienen magnetosfera pero la Tierra tiene la más fuerte de todos los planetas rocosos.

Los cinturones de radiación atrapada que estábamos mencionando, descubiertos por James Van Allen en 1958, que por eso también se les llama Cinturones de Radiación de Van Allen, constituyen una pequeña parte de la magnetosfera.

Cuando la primera nave espacial de la Unión Soviética, Sputnik I, fue lanzada al espacio los americanos, ansiosos de no perder la supremacía, equiparon su nave Explorer I con diversos instrumentos, entre ellos un contador Geiger y un altímetro con lo cual se podrían obtener lecturas de radiaciones a diferentes altitudes. Esto fue obra de Van Allen que ya había estado haciendo estudios con globos para obtener datos. Lo que ocurrió fue que a medida que la nave iba ascendiendo aumentaba la radiación medida pero de pronto caía la medida a cero, de nuevo comenzaba la medida con valores relativamente bajos y que iban aumentando hasta que caían otra vez a cero. El equipo de científicos de James Van Allen concluyeron que no es que la medida caía a cero sino que de repente las medidas eran tan altas que el contador no era capaz de medirlas, eran radiaciones de tan alta intensidad que estaban fuera de rango del equipo. Esto representó de forma muy gráfica la existencia de unos cinturones de radiación atrapada con una forma que nos recuerda las roscas y a los que se les dió el nombre del científico.

Y porqué haber hablado de todo ésto? pues para tener la idea del lugar de origen de la hermosa canción, sí, hermosa porque es una canción que nos identifica en el universo. Se le llama coro y es un fenómeno electromagnético causado por las ondas de plasma en los cinturones de radiación atrapada de la Tierra. Este fenómeno lo han estado escuchando durante años los radioaficionados allá al fondo en alguna banda de frecuencias pero ahora han sido las sondas de la NASA (Sondas Gemelas para Tormentas del Cinturón de Radiación) las que han tenido la oportunidad, al estar orbitando en esa zona, de grabarlo y que lo podamos escuchar. Estos sonidos queda claro que no son ondas acústicas sino radiaciones electromagnéticas que están oscilando en frecuencias de hasta 10 Khz, por lo que una vez captadas por las antenas y grabadas las podemos oir ya que están dentro del espectro audible para los humanos (de 20 Hz a 20 KHz).

Las dos sondas citadas fueron lanzadas en agosto de 2012 y están ahora en órbita dentro de los cinturones de radiación tomando muestras de los campos electromagnéticos y escuchando las ondas de plasma de muchas frecuencias.

Y este es un fragmento de increible nitidez de la grabación efectuada por dichas sondas:

                                El Canto de la Tierra




Documentación:
Boletin Ciencia.Nasa
Ventanas al universo.
Aso.Nac.Maestros Ciencias de la Tierra.




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