(3) Timbrar papel

La palabra "Timbrar" significa  "Estampar un timbre, un sello o un membrete". Hemos hablado de las papeleras, de la fabricación del papel, y ahora hablaremos de uno de los usos del papel: su impresión.

Hay distintas formas de imprimir: Imprenta (impresión en plano), Ofsset (en plano o en rotativo), Láser, Termografía, Serigrafía, Tampografía, Flexografía y más.

De entre ellas nos referiremos a la Flexografía, y siguiendo hablando de Burriana, me referiré a una Empresa que conozco bien, pues estuve prestando mis servicios en ella durante muchos años.

Cosechando la naranja en el campo

Hace muchos años, cuando Burriana comenzó a comecializar, y también a exportar, los agrios de nuestros campos y los de otros pueblos, había en nuestra población gran cantidad de comerciantes de naranjas, y su almacén era, la mayoría de veces, el propio patio de su casa.

Mujeres trabajando la naranja en un almacén antiguo

Allí la naranja se limpiaba, se calibraba, se empapelaba, se encajaba y después era enviada al transporte, que según el destino se mandaba en carretas, camiones, trenes y barcos.

He dicho se empapelaba, es decir con uno de los tipos de papel, el llamado papel seda, muy fino y resitente, se envolvía la naranja con el fin de resguardarla y de que no perdiese su humedad propia.

Empapelando las naranjas

 Pronto se vió que se podían aprovechar estos envoltorios para hacerse publicidad del propio comercio. La impresión debía hacese de una forma que fuese rápida, económica pero que tuviese vistosidad. Con ello nacieron los timbradores de papel, es decir los impresores de papel seda para naranja. Esto se hacía en máquinas especiales que no imprimían en plano sino en rotativo. Por un lado iba entrando el papel de la bobina en blanco y por el otro iba saliendo ya impreso. La salida podía hacerse en hojas ya cortadas a un tamaño estandard (a esto se le llamaba "recibir" y el operario que estaba para este menester "recibidor") o en bobina (si la impresión era para envoltorio de naranja, lo normal era recibir en hojas y no en bobinas). Luego había que cortarla a tamaño de cada papel para cada tipo de naranja. El cortado se hacía en máquinas cortadoras o guillotinas que eran capaces de cortar muchas hojas a la vez a las medidas que el operario ponía.

Diferentes marcas impresas para envoltorio de naranja

Se imprimían varias marcas a la vez repartiendolas por los rodillos impresores y luego las cortaba una guillotina.

Antigua guillotina eléctrica-mecánica

Una marca de un comercio de naranja. Siempre papel seda.

Siguiendo con la historia que llevábamos ibamos diciendo que en Burriana había muchos almacenes para comercializar la naranja, y, dada la necesidad, también había muchos timbradores. Llegó un momento en que se pensó en la conveniencia de unirse los timbradores con el fin de poder incrementar la respuesta a la demanda del momento. Con ello seis timbradores se unieron y formaron una sociedad por acciones a la que cada cual aportó las máquinas o material que tuviera, dando así origen, en 1927, al nacimiento de Timbrado Burrianense, S.A., empresa que perdura hasta nuestros días, aunque ha tenido que ir evolucionando en cuanto al origen de los pedidos, la maquinaria dedicada a la producción, las tintas utilizadas, etc.

Todavía funciona como un reloj una de las máquinas antiguas, eran las máquinas que utilizan y utilizaban tintas de tipo slotter, una tinta muy densa.

Máquina slotter completa

Detalle del cabezal

Otra más antigua puesta en exposición

Motor de gasógeno

Este motor, que funcionaba con gasógeno, fue muy utilizado en los apagones de electricidad que se producían en la postguerra.

El gasógeno es un combustible que se obtiene a partir de la Gasificación, que es un sistema que permite obtener combustible gaseoso a partir de combustibles sólidos como el carbón, la leña o casi cualquier residuo combustible. Al quemar la leña o el carbón de forma parcial se genera, entre otros gases, monóxido de carbono, que tiene algo de poder calorífico. Si se le añade agua también puede generar hidrógeno.

Para timbrar (imprimir) con estas máquinas se utilizaban sellos de cobre a los que se les había  grabado la imagen previamente. Los sellos tenían mucha duración, hasta que el cobre se desgastara. La impresión se hacía sujetando los sellos de impresión en un rodillo impresor. Estos se iban continuamente impregnando de tinta gracias a otros rodillos que por un ingenioso sistema mecánico los untaba de forma uniforme, el papel de la bobina, por un sistema de deslizamiento-tracción, en un momento de su recorrido pasaba tocando el sello impregnado de tinta y quedaba impreso. El mismo sello volvía a imprimir en el papel justo a la vuelta siguiente, es decir según el diámetro del rodillo impresor más el grueso del sello. Todo esto arrastrado por un motor hacía rentable la impresión. Con tintas anteriores había que dejar que el papel impreso se secara (se ponía en lo que se llamaban jaulas) en donde las hojas estaban separadas hasta su secado.

Por aquel entonces había otro oficio, el de Fotograbador, que era el encargado de hacer los sellos de impresión por medios fotográficos y químicos con el dibujo que se le solicitaban. Normalmente eran empresas externas.

Con la aparición del plástico aquellos sellos de impresión se fueron sustituyendo por los de plástico. Eran sellos bastante rudimentarios en los que se partía del dibujo que hacía un Dibujante (otro oficio practicamente desaparecido) y con el que se grababa una cartulina, una especie de baquelita, con el dibujo en negativo. Una granza (un granulado) de plástico era sometida a presión, y con calor suficiente, contra la cartulina grabada hasta que el plástico se convertía en una lámina (de varios milímetros de espesor) en la que quedaba grabado el dibujo en positivo. El operario Grabador era el encargado de este trabajo. Como esto distaba bastante de ser un proceso con resultado perfecto había que dedicarse luego a rebajar la parte trasera del sello para que todo el relieve de la parte delantera (la cara que imprimiría) tuviese la misma altura. De esto se encargaba otra sencilla máquina.

Con los años la confección de sellos fue cambiando hasta que aparecieron los fotopolímeros, que a su vez eran trabajados por empresas especializadas, obteniéndose, tras un período de adaptación, resutados perfectos.

Moderna máquina de impresión flexográfica

Estos sellos tan perfectos llegaron al mismo tiempo que las máquinas modernas de impresión flexográfica, que así se llama esta forma de impresión. Estas máquinas llevan acoplado incluso un sistema electrónico de sensores que hacen que cuando se timbra a varios colores (varios rodillos impresores) no se desplace la impresión de ningún color respecto a los otros colores dando como resultado un "casado" perfecto. Con este tipo de máquinas y este tipo de sellos se obtienen timbrados (impresiones) de altísima calidad y con una velocidad de impresión de vértigo, como en el caso de la Empresa que nos ocupa.

Tarjeta postal

Esta es una tarjeta postal a la venta que un día encontramos en una tienda en la que la editorial había hecho una composición utilizando el membrete de las cartas de la época primera de Timbrado Burrianense, S.A., una imagen de una mujer con atuendo de valenciana enseñando una naranja, papel timbrado y una caja de naranjas listas para servir, así como el puerto de Burriana tal como era cuando se utilizaba para la exportación de la naranja. El texto y composición de la cabecera se corresponden con la cabecera de las cartas que utilizaba la Empresa en sus años de mayor esplendor. Hicimos una reclamación a la editorial y llegamos al acuerdo de que nos regalaban unos paquetes de estas mismas tarjetas postales. No deja de ser curioso.

Otro caso curioso fue cuando en Barcelona se aprobó el escudo oficial de la ciudad, puesto que nuestro representante en Barna nos hizo que viésemos que ese mismo escudo era el que nosotros veníamos timbrando para el papel de envolver de una conocida pastelería de Barcelona desde hacía muchos años.

Timbrado Burrianense S.A., transformada hace muy poco a S.L., es un ejemplo de adaptación a los tiempos, pues como antes decía, nació en 1.927 y ha seguido funcionando de forma ininterrumpida hasta nuestros días, a pesar de los difíciles momentos que se han vivido y que actualmente está viviendo el mercado. En los años 50, viendo que escaseaba ya el mercado del papel de seda para envoltorio de naranja, supo buscar un nuevo mercado en el comercio en general proporcionando el papel timbrado de envolver propio de cada tienda con cada marca. Se estuvo trabajando para toda España. En la actualidad, y dadas las circunstancias, ha optado por suministrar también bolsas de papel, con diseños personalizados, para el comercio así como el comienzo también de la exportación de sus productos (en estos momentos a sudamérica). Es, sin duda ninguna, la empresa de ese ramo más antigua de España, y casí que única en la especialidad de papel seda para envoltorios distinguidos para los comercios y empresas.

Y de esta forma, con este tercer capítulo, termino la saga de artículos dedicados al papel, a menos que pudiese tener información suficiente sobre la "Papelera vella", Papelera del Cid, que ocuparía un nuevo capítulo. Pero hasta la fecha los resultados de las búsquedas e indagaciones están resultando infructuosos.

Es el deseo del Blog haber dado a conocer un poco el mundo del papel, de las empresas que han orbitado a su alrededor, y como no, un poco de mi Burriana.

Saludos a todos los lectores.