Para seguir mis fotos agrégame a tu Facebook: Guillermo Piquer





el tiempo

Tiempo en Castellón de la Plana

jueves, 15 de septiembre de 2011

LA CAMPANA DEL COLEGIO


Alumnos de Colegio Consolación (año 1949)

Hay en nuestra ciudad un colegio que albergaba, en aquella época de las escuelas unisex, unas aulas o "escoleta" lo más parecido a los hoy llamados colegios de infancia. Estoy hablando del Colegio de Nuestra Señora de la Consolación, de las Hermanas del mismo nombre. En él nos conocimos, en ese mismo año, una gran parte de los niños del pueblo de una similar edad, 46 niños y la madre Guillermina, monja encargada de nuestra vigilancia y cuidado, 46 niños y 46 destinos diferentes.

Tenía el colegio, para que la hermana portera abriese la puerta, una pequeña campana que se hacía sonar tirando de una cuerdecilla que colgaba en la calle, justo al lado de la puerta de entrada al colegio. 

A Paco Ventura, a quien debo la cesión de la fotografía de arriba, le inspiró la campanilla y las travesuras a que daba lugar dedicándole la siguiente poesía:



LA CAMPANA DE LES MONGES

Campaneta de les monges,
monges de dins del Baró
on els xiquets d’aquell barri
anarem amb il-lusió.

De la porta del carrer
d’aquell casalici vell
penjava fina cordeta
que quan la gent l’estirava
sonava una campaneta.

Els xiquets que allí estudiavem
coneixiem les costums
de monges tan educades,
per aixo algunes vegades
els feïem pujar els fums.

De passar algun bon rato
era una bona manera,
estirar de la cordeta
per fer eixir la portera.

Un sonit molt especial
se sent dins… ¡Es la campana!
i al punt la mongeta exclama
per sentir-se servicial
¡¡¡Ya voyyyy!!!

Asomada a la cristalera
de la porta del carrer
preguntava molt certera…
¿Quién va?
¿Se puede saber?

Alli ningu contestava.
El silenci era bestial,
pues tot el mon s’amagava
quan la monja s’asomava
per un badall del cristal.

Algo parada es quedaba,
i de fet molt “extranyá”
pues allo li pareixia
que era alguna bruixeria.

 Un de tots, el mes valent,
tornava anar a la porta
i si allí no veía gent
ens cridava en veu poc forta…
¡¡Vingau!!  ¡¡Toquem altra volta!!

L’estiró es repetía
al acudir tots allí
i altra vegada ens eixia
la portera fent camí.

La segon vegada estava
un poc mes “enfurrunyá”
i no parlant es senyava
callant-se una “animalá”.

Aquell acte es repetía
al menys, dos vegades mes,
i mai hem sabut que deia
eixa mongeta entre dents.

Lo cert es que sempre obria,
pues li haguera sentat mal
comprobar que no acudía
sent una cridá reial.

Ja cansats d’aquell gran joc
buscavem altres paratges,
deixant tranquila, al seu lloc…
¡La Campana de les Monges!


Paco Ventura Fonfria.
Amb reconeiximent a aquella mongeta que tanta paciencia va tindre sent portera de la Consolació.

No hay comentarios:

Publicar un comentario