RESCATE INSTITUCIONAL: ¿CASTIGO O BENDICION?
Llevado por un estado de ánimo absolutamente decepcionado,
me he hecho recientemente la misma pregunta que propongo como titulo de esta
columna.
Una vez otorgado un suspenso unánime a nuestros políticos
por su incapacidad, y rescatados económica y financieramente por la Unión
Europea, ¿porqué no confiar en las instituciones europeas para enderezar el
rumbo de esta nación desorientada y absolutamente fragmentada en todos los
aspectos?
En mi opinión nuestra izquierda política quedó totalmente
descalificada para ejercer las labores de Gobierno al poco tiempo de llegar al
poder Zapatero.
Sus despilfarros, sus aires de “nuevo rico” que se encontró
con un patrimonio muy notable (sin haberlo generado él mismo ni sus compañeros
de partido) y su congénita incapacidad para distinguir lo superfluo de lo
rentable, lo productivo de lo improductivo, lo sensato de lo absurdo, le llevó
a dilapidar en poco tiempo todo lo que había heredado, empezando a partir de su
segunda legislatura, a endeudarse hasta extremos irracionales.
A su lado, “los albaceas testamentarios” que le asistieron
como asesores áulicos (Rubalcaba, Fernández de la Vega, Bono y Solves entre
otros) en vez de enfrentarse a sus delirios enloquecidos, le estuvieron
aplaudiendo con las orejas cada una de sus decisiones, y por lo tanto quedaron
tan descalificados como el mismo Zapatero, convirtiéndose en co- responsables
de todas sus barrabasadas.
Sin embargo hoy tenemos que seguir sufriendo a un
desvergonzado Rubalcaba como líder de la Oposición, que cada día se ridiculiza
más a si mismo con sus contradicciones, entre lo que dice y lo que hizo en su
breve período como Presidente del Gobierno en ejercicio.
Pero a eso ya nos tiene acostumbrado la izquierda desde siempre,
así que ya no sorprende a nadie, y curiosamente pese a la deplorable actuación
del Gobierno del PP, es el PSOE el que según las encuestas, sigue perdiendo más
apoyo popular.
Personalmente, estoy TRISTE Y PROFUNDAMENTE DECEPCIONADO,
por la labor del Gobierno de Rajoy.
ZAPATERO y RUBALCABA
nos arruinaron, y yo llevado de mi convencimiento de que el actual Presidente
del Gobierno sería un alumno aventajado de AZNAR (sin la menor duda el mejor
Presidente de Gobierno de la España democrática), esperaba un Gobierno que
manejara con mano firme el timón de la recuperación, atacando directamente los
puntos necesarios, para ir paliando los problemas y solucionándolos sin prisas,
pero sin pausas.
Me equivoqué y bien que lo lamento.
Rajoy como yo, y como la inmensa mayoría de los españoles
informados, despolitizados y sensatos, conoce LAS SOLUCIONES.
El problema (su problema personal) es que carece de la
determinación y los cojones (perdonen pero creo que es la forma más clara y
evidente de expresar lo que siento) para llevarlas a cabo.
La reducción del déficit público, se puede hacer en base a
dos criterios posibles, y en mi opinión por ese orden de prioridades:
1º) Reducción de los Gastos del Estado, eliminando los que
sean prescindibles según una escala de prioridades, y empezando por los mas
trascendentes por ser los que mayor repercusión económica y social van a tener.
2º) Aumento de los impuestos, que debe de simultanearse con
el primer concepto, pero nunca anteponerse a él, ya que de hacerlo lo único que
se consigue es predisponer a la opinión pública, en contra de las medidas del
Gobierno.
La magnitud del deterioro de nuestra situación ante la Unión
Europea, es tan lamentable, que desde hace ya más de cinco años, las
Instituciones Europeas están insistiendo por activa y por pasiva tanto a
nuestro Gobierno anterior como al actual, que no es sostenible un Estado de las
Autonomías como el que tenemos ni una Legislación Laboral como la que tenemos.
En el tema laboral, se han dado algunos pasos.
Pero nuestro Estado de las Autonomías pervive sin haberle
cambiado nada de nada.
Se le amenaza, se le recrimina, se le reconviene, pero NO SE
LE METE MANO.
Y esa es sin duda la principal sanguijuela que nuestro
Estado.
La que acabará con lo que queda de nuestro Estado de
Bienestar.
La que desgarrará España en pequeños Reinos de Taifas, todos
ellos arruinados y endeudados, por creer cada Emir (aquí se les llama
Presidentes Autonómicos) que es prioritario su cargo o su estatus, a la
solución de los problemas del Estado Español.
Esta semana sentí una rabia incontenible al oírle decir a Duran y Lleida (un hombre aparentemente
inteligente y sensato) que el actual Estado de las Autonomías era insostenible,
pero a la vez reivindicando que solo Cataluña, Euskadi y Galicia deberían tener
la consideración de Naciones.
Y con esa lógica tan sectaria como absurda, se manifiestan
Más, López, Griñán y casi todos los capitostes autonómicos, sin darse cuenta de
que por ese camino sólo se llega a la ruina, y que una vez arruinados, no será
el melifluo Rajoy quien ponga orden en España, sino que vendrán quienes pongan
el dinero y les sacaran a escobazos de sus cargos mal gestionados, que nos han
llevado a la presente situación.
Rajoy con una mayoría absoluta, tenia la obligación de coger
la sartén por el mango y haber empezado a sartenazos con todo lo superfluo, lo
innecesario, lo improductivo y lo ineficaz desde el primer momento, y ahora
llevaríamos adelantados siete meses, y la conciencia ciudadana ya estaría
estructurada y predispuesta al sacrificio que le correspondiera, una vez
comprobada la voluntad real de acabar con todos los privilegios de los
políticos, sindicalistas, amigos y familiares de los políticos colocados en las
empresas para estatales, para autonómicas y para municipales que llegan a 4.000,
de las que tendría que haber ya 600 cerradas y solo hay 6.
Desde el primer momento debería de haber prescindido de
todos los canales televisivos autonómicos, que generan anualmente miles de
millones de pérdidas irracionales, con el único objetivo de cantar las glorias
y aciertos políticos de los gobernantes en cada autonomía (los errores se
obvian sistemáticamente).
Son los “INNECESARIOS INCENSARIOS” tan caros como absurdos.
Con uno o dos canales estatales públicos y los privados, nos
sobrarían televisiones, ya que las privadas si ganan dinero y en la medida que
lo ganen, aumentarán la oferta.
De haber terminado con las Televisiones Autonómicas,
subvenciones a Partidos Políticos, a Sindicatos y a Organizaciones Empresariales,
con los 17 Gobiernos Autonómicos y toda la parafernalia que les rodea, estoy
convencido de que habríamos generado quizás un millón mas de parados (Zapatero
generó 3 millones de parados pobres, contra apenas un millón de “parados entre
millonarios y de la clase media” que se generarían ahora con esas medidas),
pero “muerto el perro…..se acabaría la rabia para siempre”.
En poco tiempo desaparecía el déficit público y tendríamos
equilibrada la Deuda Pública, e incluso la privada, después del rescate financiero
ya aplicado.
Los españoles tenemos que entender que es insostenible un
Estado como el que hemos disfrutado irracionalmente, pero la función didáctica
para que lo entendamos todos, es función del Gobierno.
Y si este Gobierno no sabe, no puede o no quiere, y el
anterior ni supo, ni pudo, ni quiso, tendrán que venir desde Europa para
solucionarlo, y estoy seguro de que no les va a temblar el pulso.
El problema es que para cuando lleguen, nuestro PIB no va a
llegar ni siquiera para pagar los intereses de las Deudas que habremos
acumulado, y cuando más tarden, peor será para nosotros.
SEÑORA MERKEL……!!! SOCORROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
MIGUEL BATALLER
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