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miércoles, 11 de julio de 2012

PARTITOCRACIA: EL CANCER DE LA DEMOCRACIA



PARTITOCRACIA: EL “CANCER” DE LA DEMOCRACIA


Y si Dios y nuestros políticos no se percatan del irreparable daño que le están haciendo a España, esa será la razón fundamental para volver a fulminar de una forma u otra, la democracia en España.

Que tenemos una nación de políticos mediocres, de personas desinteresadas por los valores fundamentales de la sociedad, y de egoístas de tomo y lomo que sólo piensan en ellos mismos, y como mucho en sus compañeros de partido y en el mismo partido, es algo que nadie cuestiona, y precisamente por eso estamos donde estamos.

Aquí todos bailamos al son que marcan Gobierno y Oposición, alternándose en el poder al más puro estilo venezolano del último cuarto del siglo pasado, cuando Acción Democrática (el partido equivalente a nuestro PSOE) y COPEY(la democracia cristiana que equivaldría a nuestro Partido Popular) cada cuatro años y de una forma tan regular como infalible, entraban a Gobernar, se llenaban los bolsillos ellos y todos los correligionarios, quemándose como enormes cirios de Iglesia, que solo duraban cuatro años e irremisiblemente a los cuatro años, ya les estaban esperando en las puertas de las instituciones nacionales los políticos de la oposición, para emprender el mismo rumbo, y con los mismos fines e idéntico destino.

Allí entonces, como aquí ahora, todos los ciudadanos iban acumulando decepción, mal estar y frustración hasta que al final de la corrida un militar muy “sui generis” y perfecto conocedor de las debilidades del sistema, acabó por fulminar a unos y otros situándose al frente del país a través de unas elecciones democráticas (después de haberlo intentado mediante un Golpe de Estado sin conseguirlo).

Me refiero a Chavez.

Mientras el petróleo pudo tapar todos los agujeros, y tanto los “adecos como los copeyanos” podían robar lo indecible sin que el Estado entrara en quiebra, Carlos Andrés Pérez y los suyos por un lado y Caldera y los suyos por otro, robaron lo indecible.

Cuando la Deuda Externa empezó a estrangular a Venezuela, indefectiblemente tuvieron que salir por piernas.

Los partidos dejaron de tener el menor peso especifico, y por eso Chávez no ha tenido la menor dificultad en eternizarse en el Poder y en él seguirá hasta que se muera.

Es algo así como el franquismo latino del siglo XXI, con su peor imagen, y sin uno sólo de los aspectos positivos que tuvo el franquismo para España.

He querido hacer esta introducción, para ver si el Sr. Rajoy se percata de lo delicado de la situación y emprende la labor de regeneración del Estado Español, empezando una labor de limpieza absoluta desde dentro.

Los factores más determinantes de la situación lamentable en la que se encuentra España, ni son los trabajadores por cuenta ajena, ni los empresarios, ni los funcionarios, ni los jubilados, que es sobre los que se está haciendo recaer el peso total de las reformas y recortes.

Dejando a parte el tema financiero que es el FUNDAMENTAL y a través de cuya solución llegaran todas las demás, en España tenemos tres estructuras básicas que deben de ser replanteadas de una forma inmediata, si queremos que el común de los ciudadanos españoles le concedamos la menor credibilidad a nuestra clase política.

Y esas tres estructuras son:

1)     EL POZO SIN FONDO DEL ESTADO DE LAS AUTONOMIAS.
2)     LA FINANCIACION DE LOS PARTIDOS POLITICOS, Y LA SOBRESATURACION DE CARGOS, EN LAS ADMINISTRACIONES DEL ESTADO.
3)     LOS SINDICATOS. QUE EN VEZ DE SERVIR LOS INTERESES DE LOS TRABAJADORES, SON UTILIZADOS POR EL PODER POLITICO PARA SUS FINES MAS INCONFESABLES EN BASE A SUBVENCIONARLES EL 90 % DE SUS PRESUPUESTOS.

Mientras el Sr. Rajoy ahora (como debieron hacerlo antes el incapaz Zapatero o el breve Rubalcaba) no tome esos TRES TOROS por los cuernos, los saque a la plaza, y les toree de una forma brillante y definitiva, los españoles no vamos a creer más en sus “cataplasmas”.

España sufre un cáncer terminal, y esas medidas esporádicas que aparecen y desaparecen cada día, no van a curar al enfermo.

Ni la subida del IVA, ni el no cobrar la Paga Extraordinaria de Navidad los empleados públicos, ni el retirar las exenciones fiscales por compras de pisos, ni el congelar las pensiones o los salarios de los funcionarios, ni otras mil nimiedades juntas, representaran un 25 % de los que significaría terminar con las subvenciones a Partidos, Sindicatos, Organizaciones Empresariales, liquidar un  Estado de Autonomías insostenible, que sólo ha servido para que roben las delegaciones autonómicas de los partidos políticos, y  no pocos de sus representantes y cargos nombrados a dedo, tanto en la administración autonómica, como en la municipal y sobre todo en ese cúmulo de empresas seudo oficiales, que han florecido como una plaga insufrible, a fin de colocar a afiliados y simpatizantes, cuando no familiares o allegados.

Eso que yo denuncio, le sabemos y lo comentamos en “petit comité” todos los días, casi todos los españoles, pero nuestros responsables del Gobierno no quieren oírlo.

Y no quieren hacerlo, porque saben que en el momento que pongan las soluciones sobre la mesa, sus mismos compañeros de partido, los Sindicatos y los responsables de las Agrupaciones Empresariales, les iban a cortar el cuello irremisiblemente.

Pero por otra parte, si no lo hacen van a ser nuestros acreedores quienes les obliguen a tomar esas decisiones que ellos no quieren tomar., no por impopulares entre la opinión pública, sino porque representaría enviar al paro a unos 500.000 entre políticos, sindicalistas y “chupópteros” de toda condición que han medrado  a la sombra de la política, como parásitos innecesarios.

Esa si seria una medida ejemplar de austeridad, y de llevarla a cabo no tengo la menor duda de que la ciudadanía aceptaría de mucho mejor grado los sacrificios que ahora se le imponen.

Al menos los comprendería y se sentiría comprometida y deseosa de salvar la situación agónica en que nos encontramos aportando su grano de arena.

Pero el Gobierno anterior por incapaz, pródigo, malgastador, pésimo gestor y corrupto, ha dejado un país en una situación terrible, y el Gobierno que acaba de llegar en cuyas filas de partido político también abundan los ejemplares de características similares, le falta la “testosterona” necesaria para afrontar la situación con determinación, y quizás por eso, tengamos que renunciar a la SOBERANIA ESPAÑOLA, y muchas de esas medidas nos vengan impuestas desde Bruselas o Estraburgo o Luxemburgo, que es donde residen las instituciones europeas, que se están negando a seguir llenando ese pozo sin fondo que son las necesidades financieras de un Estado en ruinas, con unas Instituciones Financieras sólidas (casi todos los bancos) y otras en la más vergonzosa de las ruinas (casi todas las Cajas de Ahorros, gestionadas por políticos sin preparación, sin principios y muchos de ellos sin moral).

O acabamos con el poder de los Partidos Políticos para “repartirse la tarta” y le devolvemos la DEMOCRACIA a la ciudadanía, para que elija a sus representantes en listas abiertas, o la PARTITOCRACIA actual, acabará fulminando a Estado Democrático.

Sólo si los políticos se sienten elegidos libremente por sus electores, se sentirán responsable ante ellos, y defenderán los intereses comunes a capa y espada.

Mientras su elección dependa del lugar que les otorgue  el Partido en sus listas, su gratitud se la deberán al Partido, y sólo a él servirán, sin salirse nunca de las normas pautadas por el mismo.

Es lamentable, pero es así, y por eso debemos de luchar en la medida de lo posible con todas nuestras fuerzas, para conseguir ese objetivo, que aunque no lo parezca a la larga redundará en beneficio de todos.

Y sobre todo de  LA CLASE POLITICA, que habrá recuperado su DIGNIDAD.

MIGUEL BATALLER

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