LA EUROPA QUE NOS ESPERA
Cuando la semana pasada analicé la situación de Europa, relacionándola con las “Agencias de Ráting” anglosajonas, lo estaba haciendo basándome en datos históricos, y sin esperar de ninguna de las maneras, la reacción de todas las bolsas europeas, el lunes siguiente.
Para mi gran sorpresa y satisfacción, pese a todos augurios negativos de las mencionadas empresas, que llegaron a poner en cuestión la calificación de la triple A para Francia, y el anecdótico problema de Alemania para colocar su última emisión de Deuda Pública, el lunes día 28, por vez primera en la historia reciente, la Bolsas europeas se empeñaron en contradecir esos negros nubarrones de Moodys, y tuvieron unas subidas espectaculares que en España se acercaron al 5 %, y en el resto de las bolsas europeas fueron de unos porcentajes ligeramente inferiores, pero también muy importantes.
Al parecer el “cordón umbilical” que solía ligar las predicciones de las agencias de rating, con la evolución de la bolsa en los días sucesivos, se había roto de una forma incuestionable.
Durante el resto de la semana, se desencadenaron unos hechos sucesivamente, que nos llevaron a la mayor subida de la bolsa en una sola semana de mas de un 10 %, circunstancia que no se producía desde hacia unos quince años aproximadamente.
Lo que voy a transmitir, no es ninguna teoría económica ni financiera, basada en unos estudios profundos ni sólidos, ya que carezco de la formación y los datos necesarios, para poder llevar a cabo ese estudio, que por otra parte será hecho y analizado desde muchas perspectivas en las próximas semanas.
Es la simple percepción de un observador que mira desde fuera el problema, y no deja de sorprenderse de los hechos que se suceden, y de la forma de ir “no solucionándolos” la clase política europea, por situarse en dos posiciones sino antagónicas, si muy distantes entre si.
Por una parte, los países llamados PIGS (Portugal, Irlanda, Grecia, España….y otra segunda I, que seria la de Italia), es decir los mas endeudados y mas asfixiados para poder ir refinanciando su agónica situación, pretenden la solución “Eurobonos”, con los cual se convierte automáticamente a todos los países unidos por el euro, en responsables subsidiarios de sus situaciones financieras globales.
Viene a ser algo así, como haberse gastado una fortuna sin ton ni son, y haber malversado o derrochado billones de euros todos esos países contrayendo deudas, sin prever los recursos de los que disponían para pagarlas y ahora, pretender que en la refinanciación de esas deudas, nos firmen como avalistas también, el resto de los países, que si han llevado una política de inversiones y gastos austera, y acorde con sus posibilidades de endeudamiento razonable.
Por supuesto que ni Merkel ni Sarkozy, responsables de los gobiernos de Alemania y Francia están por la labor, sin atar previamente todos los cabos posibles, para que el derroche y mala administración no siga “in eternum”, y además les salga gratis a los países mal administrados que presumiendo de Sociedades de Bienestar y otras “milongas“ al uso, han llevado a sus Estados a la mas absoluta de las ruinas.
Alemania tiene aún grabado en el subconsciente colectivo de los alemanes, la situación a la que les llevó Hitler en su última etapa, poniendo en marcha la maquina de emitir marcos alemanes a destajo, hasta el punto que durante los últimos días de valor real de la moneda alemana en 1945, para comprar un dólar había que pagar millones de marcos.
Es decir que el valor del papel y la tinta que se necesitaba para imprimir ese papel moneda, costaba miles de veces, el valor facial de las mismas.
Eso los alemanes no lo olvidan.
Los yankis, en estos momentos ni lo consideran, porque nunca lo han vivido y las experiencias ajenas, no suelen servirles a los que QUIEREN IGNORAR historia de los demás.
La economía americana, en mi opinión de simple observador, está infinitamente mas deteriorada que la alemana e incluso que la francesa y las de los países bálticos, y sin embargo parecen “los hermanos ricos”.
Me atrevería a decir que en términos reales, hasta los PIIGS europeos, están en mejor situación que los norteamericanos, y sin embargo eso para ellos no parece ser un problema.
Ponen en marcha las maquinas de imprimir dólares y van solucionando (o quizás agravando) las situaciones momentáneas, difiriéndolas en el tiempo, que no es lo mismo que solucionándolas.
Los alemanes no quieren volver a pasar por ahí, y por eso a ellos nos los quieren presentar ahora, como “los malos de la película”.
Es algo así como el “cuento de la hormiga y la cigarra” en versión macroeconómica.
El futuro de los españoles a medio y largo plazo, va a depender mucho de la actitud de “cigarra o hormiga” que adopte el nuevo Gobierno, para adecuarse a las exigencias de unos u otros.
Las “cigarras” nos han tenido bastantes años cantando y bailando, entreteniéndonos y haciéndonos parecer felices, mientras nos íbamos comiendo y bebiendo lo poco que nos quedaba en las despensas.
Ahora las despensas están vacías, y como hemos estado esos años viviendo del crédito que nos daban en “las tiendas de las esquinas” que nos servían, ahora ya no nos fían, porque les pagamos tarde, mal o nunca.
A todos los españoles nos tocará ser “hormigas” durante al menos dos generaciones, para poder pagar todo lo que debemos, con la sangre, sudor y lágrimas de todos nosotros, que “acostumbrados a cantar y a burlarnos de las hormigas, nos habíamos olvidado de trabajar y acarrear con nuestro trabajo los alimentos a nuestras colonias”.
Y no quedan más alternativas.
1)Ser “cigarras americanas”, y creer en el “Dios proveerá”, con lo cual el deterioro seguirá agravándose cada momento que pase, sin poder al menos yo, saber donde nos lleva ese camino de poner la maquinita de fabricar euros en marcha sin detenerla ya.
2)Ser “hormigas alemanas”, asumir la irresponsabilidad de quienes nos gobernaron, y ponernos manos a la obra, para pagar todo lo que debemos y poder ir por el mundo con la cara bien alta.
Si Rajoy toma la primera solución, evitará convulsiones sociales de momento, pero nos acercará al precipicio económico irremisiblemente y acabaremos fuera e la Europa a la que aspiramos, que es la próspera y sensata.
Si toma la segunda, pasaremos un “sarampión sindicalista” importante, con manifestaciones y críticas diarias a su gestión, pero al menos tendremos el respaldo de la Europa sólida, responsable y ordenada, que poco a poco nos irá abriendo sus puertas e incorporando a un tipo de sociedad moderna y estructurada, que es como veo yo a la sociedad alemana, cuyos sindicatos deberían de ser el espejo en el que se miraran todos los trabajadores españoles, para crear en España un entramado sindical a imagen y semejanza del alemán, muy distinto en conceptos y financiación al que sufrimos en España, saturado de “cigarras….para tan pocas hormigas”.
Miguel Bataller
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