RESCATE: LOS PUNTOS SOBRE LAS “ÍES”
Al menos mi forma de verlos.
Se ha especulado mucho durante las últimas setenta y dos
horas sobre la forma de denominar los 100.000 millones de euros que el Banco
Central Europeo va a poner a disposición del FROB, para asistir en ayuda del
sistema financiero español.
Los “padres” del desastre, es decir aquellos que nos dejaron
arruinados y sin capacidad de seguir endeudándonos (Rubalcaba y sus muchachos,
para quienes no lo sepan leer entre líneas) quieren que se le llame RESCATE,
para que en el panorama electoral del futuro mas inmediato, pueda ser utilizada
esa palabra como arma arrojadiza contra el Gobierno de Rajoy.
Rosa Diez, como una “seño” rancia y de otra época, le pide a
Rajoy en sede parlamentaria que repita con ella la palabra “RESCATE”, sin
avergonzarse de ello, recordándole que ZP no quiso aceptar ni repetir la
palabra CRISIS, y por eso estamos donde estamos.
Una vez mas le esta rindiendo un servicio inestimable al
socialismo (la primera ha sido en Asturias) pensando en pescar en aguas
turbulentas cuando lleguen los próximos comicios, y poder arrancar votos de los
disconformes, tanto del PP como del PSOE, pero de momento le basta con
restárselos al PP, porque estima que los del PSOE le llegaran por su propio
peso, con el paso del tiempo.
Ella es la oposición socialista al socialismo oficial, pero
desprovista del nacionalismo periférico, que acabará con el PSOE tal como lo
conciben ahora sus dirigentes.
Finalmente el PP, prefiere llamarle de cualquier modo menos
RESCATE, ya que es la “palabra maldita” y suena a incapacidad de los Gobiernos
nacionales, como se ha visto en Portugal, Irlanda y Grecia, necesitando del
manto protector de los países mejor gestionados de la Unión Europea.
A mi me da igual.
En mi opinión quien debió de pedir el RESCATE fue primero ZP
y luego Rubalcaba, ya que fueron ellos los causantes del desastre, y eran
conscientes de lo que dejaban.
Y de no hacerlo ellos, debió hacerlo Rajoy al mes de formar
Gobierno, para demostrar al mundo quienes fueron los causantes del desastre.
Se descuidó, pensó que podría sacarnos del pozo en que
estábamos, y ahora parece querer demostrar que
como dicen los ingleses “YES, WE CAN” o sea “PODEMOS”.
Pero lo que resulta innegable, es que incluso en el caso de
ser un RESCATE, es de lejos infinitamente más barato de lo que hubiera sido
llevándolo a cabo como se llevó en esos países, y sin perder nosotros el
control de nuestro Estado.
Aunque las condiciones no están aún perfectamente explicadas
ni puestas negro sobre blanco, no distarán mucho de las conocidas.
Vamos a recibir 100.000 millones de euros, a devolver en 15
años con cinco de carestía y a un 3 %, cuando ahora nuestra Deuda Pública nos
está costando alrededor de un 7%, sin período de carestía.
Es decir alargamos los plazos y bajamos los intereses.
Personalmente no soy partidario de endeudarme nunca ni de
comprar nada sin autofinanciarme, y mucho menos lo sería de estar endeudado
hasta las orejas.
Pero si hubiera heredado un patrimonio ruinoso y para salvar
parte de él tuviera que recurrir a financiación externa, seguramente lo hubiera
hecho de vislumbrar una viabilidad a
medio y largo plazo.
Pero el problema en este caso, no es tanto el hecho en sí,
como la doble vertiente en el tema explicativo, según queramos explicárselo a
la UNION EUROPEA, o a los ciudadanos españoles.
De cara a EUROPA, les pedimos una inyección de capitales
para salvar al sector de nuestro mundo financiero que los políticos y
sindicalistas habían llevado a la ruina, y ellos acceden a hacerlo, pero siendo
recepcionistas directos y avalistas del mismo el Estado Español, a través del
FROB.
Es decir, ante EUROPA responde el Estado Español, aunque
ante ESPAÑA, respondan las entidades financieras que recurran a estos fondos.
Europa, que conoce perfectamente la fragilidad de dichas
entidades, no suelta ni un euro si no es con la garantía del Estado.
El Estado que necesita financiación y ya no la encuentra a
un precio razonable, encuentra en está fórmula una salida temporal.
Y a partir de ahí el problema es como explicar a la
ciudadanía española esta operación.
Se nos dice que con esta inyección de capital, habrá un
flujo importante para créditos a la pequeña y mediana empresa (las grandes
siempre la han tenido) así como al crédito personal de los españoles, es decir
que el dinero volverá a fluir al mercado, lo cual es imprescindible para el
buen funcionamiento y crecimiento de la economía.
Pero no se explica de momento con la trasparencia necesaria,
que ese dinero que el FROB obtiene al 3 %, lo tendrá que colocar a las
instituciones financieras a un mínimo del 8,5 % según he podido saber, lo cual
trae como consecuencia inmediata que esas entidades financieras si tienen que
añadir su margen de intermediación y sus gastos generales, nunca podrán
conceder créditos a menos de un 12 % según mis estimaciones, y eso trabajando
con uno márgenes irracionalmente bajos.
Y me pregunto yo:
¿Qué empresa puede funcionar ahora con unos márgenes
comerciales suficientes, como para poder pagar la financiación externa a esos
precios?
¿Qué ciudadano se obligara a pagar ese porcentaje de
intereses?
Mi respuesta es “LOS DESESPERADOS”, es decir aquellos que
con muchas probabilidades, no serán capaces de devolver ni capital ni
intereses.
Si la información que yo he recibido y he visto publicada en
algunos medios es veraz (y no tengo motivos para desconfiar de ella) con esta
inyección de capital, y en estas condiciones, pocas empresas y pocos autónomos
se beneficiaran sensatamente de la medida.
¿Qué hemos conseguido entonces?
Pues que el Estado tenga una financiación muy barata, para
cubrir sus obligaciones, pero eso sólo será posible siempre que “LOS HOMBRES DE
NEGRO”, es decir aquellas personas a quienes el Banco Central Europeo les haya
encargado que controlen el destino final de ese dinero, se lo permitan.
Esos señores, ejercerán sobre esos fondos, la misma misión
que el BANCO DE ESPAÑA, debió de ejercer sobre las Cajas de Ahorros.
Lo lamentable, es que mucho me temo que al final de la
corrida si ellos cumplen son su obligación, acabaremos culpándoles a ellos de
los MALES DE ESPAÑA.
Si para pagar todas las deudas contraídas por los municipios
españoles, fueron necesarios 35.000 millones de euros, seguramente para pagar
deudas autonómicas y estatales, con estos 100.000 no lleguemos ni a la mitad
del camino.
Pero lo mas triste, es que quienes destruyeron o permitieron
que se fueran al traste todas las Cajas de Ahorros, con su ineficacia para
vigilarlas y controlarlas, o con su interés para robar a medias con los
ladrones que las gestionaban, sean ahora quienes traten de juzgar y condenar a
los que ahora tratan de salvar la situación de la mejor y más barata forma
posible.
No exculpo a nadie, pero me indigna el cinismo y la falta de
ética, de quienes ahora en vez de callar y dejar hacer, levantan la voz de una
forma miserable, poniendo palos en las ruedas del carro que otros tratan de
echar hacia delante con mucho esfuerzo.
Me tranquilizaré cuando vea sentados en los banquillos,
juzgados y condenados a todos los responsables de esta situación, que hoy
esperan unas indemnizaciones multimillonarias en euros, por su gestión al
frente de la Cajas, y también a los políticos que se lo permitieron.
Son muy fáciles de localizar, y sólo cuando estén entre rejas
todos los que se lo hayan merecido, podremos los españoles recuperar la
esperanza y la confianza en nuestro sistema financiero…..Y EN EL JUDICIAL.
Miguel Bataller
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